Porque es perfecto tenerte ahí, me encanta que le restes importancia a mis problemas, que te inventes mil idioteces para hacerme olvidar el mal día que posiblemente haya tenido.
Me encanta cuando se te va la cabeza y no te entiendes ni tu, porque entonces ya no me siento tan loca.
Siempre estas ahí, no se como lo haces, pero siempre estas ahí justo en el momento exacto en el que te necesito.
Casi siempre me sacas de quicio y me obligas a odiarte, y aun que siempre me corrijas y me eduques sabes que te encanta.
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